¿Cuántas veces tenemos ganas de alisarlos por completo? ¿O cortarlos drásticamente y olvidarnos de cuidarlos tanto del frizz y de la humedad?
Cuando tenemos rulos vivimos momentos como éstos en los que sólo queremos cambiar nuestro look… ¡Pero esperá! Tener ondas tienen grandes privilegios.
1- ¡Permite jugar!
Versátiles, los rulos cuentan con el beneficio que podés peinarlos de diversas maneras y permanecerán por mucho más tiempo a diferencia del pelo lacio. Podés jugar también con gorros, vinchas, pañuelos…
2- No sufren tanto daño
Al no requerir secadores ni productos abrasivos, las ondas permanecen más tiempo bellas y saludables. Sí es clave usar champúes y acondicionadores humectantes y cremas para peinar para definir los rulos mucho más.
¿Un consejo? Ponete una nuez de crema y distribuilo en tus ondas, realizando un movimiento de abajo hacia arriba.
3- Se les notan menos las imperfecciones
Al ser naturalmente bellos, a los rulos se le notan menos las desprolijidades como las puntas abiertas o las raíces crecidas. Y además, siempre tenés un volumen interesante que dará una mejor apariencia a tu rostro.
4- Brindan gran personalidad
Sean más chicos, más grandes, desde la raíz o en las puntas, las ondas llaman mucho la atención y no pasan desapercibidos. Los rulos dan un peinado increíble y único. Así que ¡disfrutalos al máximo!
5- No cuesta mucho mantenerlos
¡Chau peines! ¡Chau planchitas! Solamente necesitarás recortar las puntas cada tres meses y un poco de crema para peinarlos pero no mucho más de eso… Sin dudas ahorrarás plata y tiempo.