Por desgracia, el cabello puede dañarse con los cambios de clima o el uso de planchitas y secadores, por lo que las puntas de sus fibras se tienden a abrir.
La detección temprana es el primer paso para la reparación del cabello dañado. Existen técnicas y tratamientos que ayudan a traerlo de vuelta a la vida. Te ofrecemos algunos consejos sobre cómo recuperar tu pelo y que puedas disfrutar de una apariencia única.
1- Conseguí un buen corte:
Para lograr buenos resultados, no hace falta sacar demasiado largo. Con tan sólo dos a tres centímetros será suficiente para que el cabello tome fuerza y sacar todas las puntas abiertas y fibras quebradizas y secas.
2- Lavalo con un buen shampoo y acondicionador:
Te recomendamos la línea Tío Nacho Herbolaria Milenaria que tienen componentes naturales que le brindan toda la nutrición que tu pelo necesita. Higienizá tu cabello todos los días con agua no muy caliente para evitar que se reseque. El agua fresca o fría puede ayudar al cabello dañado porque cierra la cutícula del cabello y hace que las raíces se abran totalmente, lo que resulta en un pelo más suave y brillante. Es importante no usar productos que contengan demasiados químicos y tratar de no recurrir tanto a la tintura. Ahora bien, si tu meta es engrosar el cabello y devolverle su volumen, optá por Tío Nacho Engrosador con el componente exclusivo Capilgross y extractos de origen natural como aloe vera, ortiga, ginseng y romero, que evitan la caída por quiebre, aumentan su grosor y restauran el brillo en tan sólo 1 mes.
3- Cuidalo del sol:
El cloro provoca daños en el cabello que se acumulan con el tiempo. Usá gorro en la pileta o en la playa o bien, hidratalo bien con alguna crema para peinar. Y si tiene factor de protección solar, mucho mejor. Los signos de daño solar en el cabello pueden incluir encrespamiento, pelo debilitado o adelgazamiento del cabello desteñido.
4- Realizá tratamientos intensivos:
Para darle el shock de nutrición que tu cabello necesita, a la rutina de limpieza con shampoo y acondicionador, agregá alguna máscara humectante una a dos veces por semana. Son mejores las que cuentan con ingredientes naturales o bien, podés hacer alguna con huevo y algún aceite esencial que tengas en casa.