Mantener el cuero cabelludo limpio y nutrido es el camino hacia un pelo más fuerte y saludable. Obtener hebras capilares resistentes no es tarea fácil en ninguna etapa de la vida. Más aún después de los 40 que es una edad en la que la piel pierde elasticidad y tonificación. Y este proceso puede llevar a que el cabello se vuelva frágil, quebradizo y pierda volumen. Para prevenir esto, ¡te damos algunas pautas para que puedas tener un pelo más grueso!
- Exfoliá
Seguramente, una a dos veces en la semana usás un gel o jabón especial para quitar esas células muertas de tu cara y cuerpo. Para un pelo fuerte, es aconsejable también realizar este tratamiento en el cuero cabelludo. Para eso, usá un cepillo con cerdas naturales para eliminar la caspa y los restos de suciedad y estimular el flujo sanguíneo. Así se distribuye el aceite, lo que hace que el pelo luzca más brillante y no grasoso ni manchado.
- Usá un shampoo engrosador
Probá Tío Nacho Shampoo Engrosador para conseguir un pelo más abundante. Su fórmula contiene Jalea Real, Aloe Vera, Ortiga, Ginseng y Romero que nutre el cabello al máximo, evita el quiebre de las fibras, aumenta el grosor del cabello y restaura el brillo. Para mejores resultados, seguí el tratamiento con Tío Nacho Acondicionador Engrosador.
- Masajeá
Con algunas gotas de aceite de romero o sándalo, realizá masajes con la yema de tus dedos o con algún elemento que te permita mover el cuero cabelludo. Esto favorecerá la circulanción sanguínea y estimulará el crecimiento del pelo.
- Nutrí
Somos lo que comemos. Eso se sabe. Apegarse a una dieta equilibrada ayuda a mantener la piel sana y la ingesta de ciertas vitaminas y minerales puede darle al cabello un buen impulso. Aumentá la cuota de frutas y verduras a la semana y notarás los resultados. E ingerí 8 vasos al día de agua.
- Protegé
Durante todo el año y especialmente en el verano, es fundamental cuidar el cabello del sol ya que esto tiende a deshidratarlo. Siempre mantener hidratado con cremas y si vas a estar al sol, es mejor que esté mojado y recubierto de pañuelos o sombreros.