Ya sabemos la extensa lista de beneficios que brinda exfoliar la piel: barrer las células muertas para dar paso a las nuevas, sacar todo rastro de suciedad y quitar aquellas capas de piel seca. Entonces, ¿por qué se necesita una buena exfoliación en el cuero cabelludo y en el pelo? Una sola palabra: Residuo.
La mayoría de las cosas que entran en contacto con nuestro cabello todos los días como el shampoo, el acondicionador, los productos para peinar, el polvo y otras partículas propias de la contaminación ambiental, se acumulan de forma mínima y paulatina en las fibras capilares y el cuero cabelludo.
Por eso, es imprescindible una vez a la semana llevar adelante un proceso de limpieza profundo para barrer todas las impurezas. Con agua tibia a fría y la ayuda de una esponja vegetal si querés, pasá un poco de sal marina (también podés agregar algún aceite de menta para refrescar o romero para relajar) por tu cabello y cuero cabelludo con mucho cuidado. No es necesario que raspes, ya que podés correr el riesgo de romper las fibras de tu pelo. Con ligeros y suaves masajes, podés ir haciéndolo de forma circular. Esto además te va a ayudar a incentivar una buena circulación en tu cuero cabelludo lo que estimula un mayor y mejor crecimiento del pelo.
Una vez que termines con el proceso, sácate todas las partículas de sal que haya quedado y continuá con tu rutina de cuidado de siempre. Te recomendamos el uso de las líneas Tío Nacho de shampoo y acondicionador que al contar en su fórmulas ingredientes propios de la naturaleza, brindan una nutrición completa y única para disfrutar de un aspecto espectacular.