Cuando descubrís que estás embarazada, sobrevuelan muchas preocupaciones en la mente. El organismo experimenta muchísimos cambios debido a la explosión de hormonas.
«Siempre le digo a mis pacientes que su cabello se verá mejor que nunca, exuberante, lleno», expresa Paradi Mirmirani, dermatólogo, en Web MD.
El mejor cabello de todos
Durante los nueve meses de gestación, el diámetro del cabello aumenta. Las hormonas del embarazo pueden cambiar el crecimiento y textura del cabello durante el embarazo, aunque afectan a todas las mujeres de manera diferente, haciendo que algunas experimenten un crecimiento rápido del cabello, mientras que otras no noten cambios significativos. En esta etapa, los andrógenos aumentan la tasa de crecimiento de los pelos corporales y faciales, lo que también puede causar crecimiento del vello en lugares inesperados y no deseados, como el vientre o los senos. Y los estrógenos extienden el ciclo de crecimiento del cabello y aumentan su grosor.
Cuidado con la coloración
Si bien el cabello puede crecer más de lo normal y verse más grueso, hay que tener en cuenta ciertos recaudos con el uso de los productos: se recomienda no teñir el cabello ni utilizar shampoos ni acondicionadores que contengan demasiados componentes químicos. Esto es porque existe la posibilidad de que los productos químicos fuertes sean absorbidos a través de su cuero cabelludo durante los tratamientos y transmitidos a su bebé en crecimiento.
«Realmente no sabemos si algo se absorbe internamente, pero hay muchos poros en el cuero cabelludo y siempre hay el potencial, especialmente si el cuero cabelludo está irritado», dice la dermatóloga Nia Terezakis en Web MD.
«Cuanto menos químicos, mejor»
Sin embargo, si no podés saltear la coloración, optá por aquellas tinturas de henna o semi permanentes para poder disminuir los riesgos lo máximo posible. Y siempre es mejor realizar algún baño de luz y mechas más claras antes que realizar una coloración completa y durante el segundo período del embarazo. Si lo vas a hacer vos misma, asegurate de hacerlo en algún lugar ventilado y con guantes que protejan tu piel.
Por último, ¡tené en cuenta una correcta rutina de limpieza e hidratación para poder asegurar un cabello único y disfrutar de tu embarazo!